Te acuerdas cuando jugábamos a ser superhéroes, yo siempre quería ser Spiderman para resolver mis vértigos particulares y tú Superman para poder hacer tus sueños realidad.
En esos años, los cuales la mayoría de sus momentos se evaporan en mi memoria, nos enseñaban que la energía se transforma no se destruye. Sin tener muy claro que significaba.
Ahora descubrí con los años y sus tropezones que nos querían enseñar, todo sale... nada desaparece. Porque el cuerpo tiene una memoria muy particular del dolor.
No hay nada peor que descubrir la impotencia de sentirse inútil, por eso la pregunta no era como estaba. Eso se sabe. Si no ¿Estás muy deprimido?. Porque la inutilidad colapsa la psique. Tanto pus, y tanto apretón de cojones metafórico y literal resulta al final insoportable de sostener.
Y me preguntas que si volvería a tírarme a la trinchera, a defender las migajas de lo que eran mis principios cuando teníamos aquellos años en los que creíamos ser Spiderman y Superman y cambiar el mundo como debía y debe hacerse, no al estilo de la Marvel y DC.
Siempre, siempre de nuevo a la trinchera, a las barricadas, volvería una y otra vez, y si fuera necesario sufrir derrota tras derrota, igual que si se tratara de un maldito bucle, allí estaríamos con la inquietud de descubrir que pasaría cuando ese bucle estallará en pedazos. Algún día todos los bucles imperfectos que vuelven a este mundo un lugar tan desolador estallaran en pedazos y habrá confeti en cualquier rincón de este planeta.
Tan solo que esta vez cuando vuelva al campo de batalla, ya lo habre aprendido todo sale... nada desaparece.
Sabes ayer me falto brindar contigo, ayer fue 14 de Abril. ¿Te acuerdas de nuestros sueños ligados a una tercera republica? A veces parecen estar olvidados, colapsados por tanta mediocridad, tanto statu quo fantasmagórico e irreal. Esa mentira envuelta en papel de celofán.
Quizás cuando nos volvamos a encontrar, juguemos de nuevo a ponernos las mallas, los hagamos algún día realidad.
Así que ahora que lo sabemos todo sale... nada desaparece nos vemos en las próximas trincheras, o quizás alguna antigua profecía nos lleve a una isla desierta, virgen, y después de brindar por nuestro reencuentro comencemos a construir lo que siempre quedo pendiente. Ese lugar que tantas veces visualizamos después de unas copas de mas, después de cerrar más bares de los que deberíamos, después de volver a disfrazarnos de superhéroes y creer que otro mundo es posible.
Saludos y gracias
En esos años, los cuales la mayoría de sus momentos se evaporan en mi memoria, nos enseñaban que la energía se transforma no se destruye. Sin tener muy claro que significaba.
Ahora descubrí con los años y sus tropezones que nos querían enseñar, todo sale... nada desaparece. Porque el cuerpo tiene una memoria muy particular del dolor.
No hay nada peor que descubrir la impotencia de sentirse inútil, por eso la pregunta no era como estaba. Eso se sabe. Si no ¿Estás muy deprimido?. Porque la inutilidad colapsa la psique. Tanto pus, y tanto apretón de cojones metafórico y literal resulta al final insoportable de sostener.
Y me preguntas que si volvería a tírarme a la trinchera, a defender las migajas de lo que eran mis principios cuando teníamos aquellos años en los que creíamos ser Spiderman y Superman y cambiar el mundo como debía y debe hacerse, no al estilo de la Marvel y DC.
Siempre, siempre de nuevo a la trinchera, a las barricadas, volvería una y otra vez, y si fuera necesario sufrir derrota tras derrota, igual que si se tratara de un maldito bucle, allí estaríamos con la inquietud de descubrir que pasaría cuando ese bucle estallará en pedazos. Algún día todos los bucles imperfectos que vuelven a este mundo un lugar tan desolador estallaran en pedazos y habrá confeti en cualquier rincón de este planeta.
Tan solo que esta vez cuando vuelva al campo de batalla, ya lo habre aprendido todo sale... nada desaparece.
Sabes ayer me falto brindar contigo, ayer fue 14 de Abril. ¿Te acuerdas de nuestros sueños ligados a una tercera republica? A veces parecen estar olvidados, colapsados por tanta mediocridad, tanto statu quo fantasmagórico e irreal. Esa mentira envuelta en papel de celofán.
Quizás cuando nos volvamos a encontrar, juguemos de nuevo a ponernos las mallas, los hagamos algún día realidad.
Así que ahora que lo sabemos todo sale... nada desaparece nos vemos en las próximas trincheras, o quizás alguna antigua profecía nos lleve a una isla desierta, virgen, y después de brindar por nuestro reencuentro comencemos a construir lo que siempre quedo pendiente. Ese lugar que tantas veces visualizamos después de unas copas de mas, después de cerrar más bares de los que deberíamos, después de volver a disfrazarnos de superhéroes y creer que otro mundo es posible.
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