miro al norte, al sur
a todos los puntos cardinales
y no hay respuesta.
Entre dos ciudades
amor y odio
odio y amor
como quien quiere unir
dos polos opuestos y no puede.
Entre dos ciudades
una mediterránea
la otra en el este de Europa
la mezcla resulta imposible.
Entre dos ciudades
con ganas de una
con ganas de otra
¡Pero tan diferentes!.
Me paso en navidad, y me vuelve a pasar ahora, solo que quizás con más intensidad. Vuelvo a Valencia y me doy cuenta por un lado que es una ciudad que echo mucho de menos, que me atrapa, que me maravilla. No sé pero tiene algo que me atrae, y no sé explicar muy bien. Pero por otro lado, tengo la sensación que cada vez está más lejos de ser el lugar que una vez fue para mí. Que no me siento como en casa, aunque la ciudad me resulte tan amiga. Que quiero estar en ella, pero en parte me doy cuenta que las cosas que me unían a ella, desaparecen, que mi lugar en este momento no está junto a ella, aunque me gustaría, porque me atrae su belleza, su clase, aunque una parte inconsciente de mí me dice, no, no estás preparado para volver y vivir aquí el día a día. Todavía no.
Luego está Wroclaw, donde he vivido estos dos últimos años, y me ha servido para experimentar cosas que necesitaba, y me hacían mucha falta. Donde he descubierto placeres que no descubrí con anterioridad porque me los ocultaban sombras y fantasmas. Una ciudad que a veces quiero con locura por su Rynek, por sus locales, por sus noches, por esa belleza tan especial que tiene a ratos, por todo lo que me ha dado, por la gente que he conocido, y porque al final una ciudad la hace más bonita o menos la gente que te encuentras en ella. Una ciudad que a veces me ha irritado hasta las entrañas, ya sea por sus bajas temperaturas, por su cielo gris, por su lluvia permanente, por el adoquín eterno, por su falta de vida más allá del centro. Pero una ciudad que posiblemente me ha regalado los dos mejores años de mi vida, en la cual actualmente está mi presente, no sé si mi futuro, pero la cual le tengo que agradecer todas las experiencias que he vivido por sus calles, por sus bares, durante todo este tiempo.
Quisiera juntar el contexto social, laboral, que tengo en Wroclaw y trasladarlo a Valencia. Pero sé que resulta imposible. Porque si tuviera que elegir una ciudad para vivir elegiría entre ambas Valencia. Pero como dije anteriormente los lugares al final los acaban haciendo las personas, y ahora mismo me tira mucho y necesito del contexto social y laboral que tengo en Wroclaw, porque como ya comente en definitiva hay está mi actual presente.
Querer dos cosas y saber que las dos son imposibles, tener que elegir, tener que tomar decisiones. Si, lo sé eso es la vida. Pero resulta terrible cuando el puedo gana al quiero. Ojalá tuviera el superpoder de tele transportarme.
P.D: “Aunque a veces me pasa por la cabeza, porque arraigarme a una ciudad o a otra, porque no ser un ciudadano del mundo. Y en vez de estar peleando por dos ciudades bellas y cada una con su encanto, porque no empezar a descubrir otros lugares del mundo, porque no ser una especie de nómada. Porque tener la necesidad imperiosa de pertenecer a un lugar. A fin de cuentas acabaré allí donde me lleve mi corazón, porque si algo he aprendido que para hacer locuras, que sean por amor, las demás empiezo a pensar que no tienen sentido.”
Saludos y gracias
Luego está Wroclaw, donde he vivido estos dos últimos años, y me ha servido para experimentar cosas que necesitaba, y me hacían mucha falta. Donde he descubierto placeres que no descubrí con anterioridad porque me los ocultaban sombras y fantasmas. Una ciudad que a veces quiero con locura por su Rynek, por sus locales, por sus noches, por esa belleza tan especial que tiene a ratos, por todo lo que me ha dado, por la gente que he conocido, y porque al final una ciudad la hace más bonita o menos la gente que te encuentras en ella. Una ciudad que a veces me ha irritado hasta las entrañas, ya sea por sus bajas temperaturas, por su cielo gris, por su lluvia permanente, por el adoquín eterno, por su falta de vida más allá del centro. Pero una ciudad que posiblemente me ha regalado los dos mejores años de mi vida, en la cual actualmente está mi presente, no sé si mi futuro, pero la cual le tengo que agradecer todas las experiencias que he vivido por sus calles, por sus bares, durante todo este tiempo.
Quisiera juntar el contexto social, laboral, que tengo en Wroclaw y trasladarlo a Valencia. Pero sé que resulta imposible. Porque si tuviera que elegir una ciudad para vivir elegiría entre ambas Valencia. Pero como dije anteriormente los lugares al final los acaban haciendo las personas, y ahora mismo me tira mucho y necesito del contexto social y laboral que tengo en Wroclaw, porque como ya comente en definitiva hay está mi actual presente.
Querer dos cosas y saber que las dos son imposibles, tener que elegir, tener que tomar decisiones. Si, lo sé eso es la vida. Pero resulta terrible cuando el puedo gana al quiero. Ojalá tuviera el superpoder de tele transportarme.
P.D: “Aunque a veces me pasa por la cabeza, porque arraigarme a una ciudad o a otra, porque no ser un ciudadano del mundo. Y en vez de estar peleando por dos ciudades bellas y cada una con su encanto, porque no empezar a descubrir otros lugares del mundo, porque no ser una especie de nómada. Porque tener la necesidad imperiosa de pertenecer a un lugar. A fin de cuentas acabaré allí donde me lleve mi corazón, porque si algo he aprendido que para hacer locuras, que sean por amor, las demás empiezo a pensar que no tienen sentido.”
Saludos y gracias
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