SOBRE UN VIERNES CUALQUIERA Y CALCETINES

Es un Viernes por la noche cualquiera, y acabo de terminar de ver “Alta Fidelidad” y en lo único que puedo pensar es que me molestan los calcetines, me los quitaría y los mandaría a lavar y arrivererci montón de algodón diseñado por un tal...........¿alguien sabe su nombre?. O para no mentir me puedo parar también a pensar en que últimamente cuando hago el amor o practico el sexo, que más da, ¿de echo alguien sabe la diferencia entre uno y el otro? Yo sí, o al menos eso creo y si no ando mal equivocado pienso que últimamente he practicado el primero. No sé porque en ese momento tan intimo y tan particularmente bello no me ha dado por quitarme los calcetines, y me los he dejado puestos, perdiendo con ello el sentido de la orientación que da rozar los pies desnudos de uno con los pies de ella.

También me ha dado por pensar que me gustaría un día salir a la calle bajo un chaparrón porque ella quien tenga que ser. No está a mi lado, hemos tenido una pequeña o gran pelea, o simplemente porque tengo un día peor que otro cualquiera porque la vida me pego un golpe bajo de esos que te da de vez en cuando sin avisar. Y ella va en mi rescate, me busca, me persigue hasta que da conmigo. Me dice lo idiota que soy y que suba a su coche porque me quiere hacer el amor, allí mismo, donde sea, el lugar no importa. Mientras la lluvia con su ruido ensordecedor nos acompaña al compás de nuestros gemidos. O quizás no existe coche, o si existe, pero ella decide salir, y mojándonos los dos nos acurrucamos el uno en el otro, de manera que nos empapamos y jodemos debajo de la lluvia y a poder ser de la luna llena, con el aullido de los hombres lobos malditos de fondo.

O ahora me pregunto que sentido tiene todo esto, que jodida paja mental se me acaba de pasar por la cabeza, y cual es la delgada línea que hace que un post pertenezca a un blog, y no al otro. A veces, ni yo mismo soy capaz de poderlo explicar. Simplemente son cosas que se saben y que no se pueden razonar. También porque he acabado al final un Viernes por la noche en casa, solo, sin más compañía que John Cusack de fondo y hablando sobre ellas en todas sus dimensiones, las que nos dejaron, las que nos abandonaron, a las que hicimos daño, las que amamos, las que no fueron más que una fantasía junto a una manola en el cuarto de baño, y las que antes veíamos perfectas y luego años más tarde nos percatamos que toda perfección también tiene sus defectos. Y al final nos damos cuenta, aunque nos cueste, que queremos simplemente a esa chica que sabemos que nos hará feliz el resto de nuestra vida con esas pequeñas cosas que por cabezonería o orgullo aun nos negamos a ver. Y lo más sorprendente de todo que he estado a solas con Cusack, lo prometo, ni una cerveza me ha acompañado esta vez. Motivos..........nada importante para contar por aquí. Igual que ahora me viene a la cabeza la respuesta de porque decidí quedarme este Viernes por la noche solo en casa, y no salir con los amigos a pesar de que querían que fuera con ellos. Y es ahora cuando me doy cuenta que no fue por los calcetines. Fue por lo que fue y sé que tome la decisión adecuada. Aunque no será una noche que entre ni de coña en la lista de mis cinco mejores Viernes de toda mi vida, pero será una de esas noches donde volví a descubrir porque hay películas que merecen la pena ver más de una vez.

P.D: Este post lo escribí hace dos días, el Viernes por la noche. Y lo suyo hubiera sido publicarlo tal noche, pero por diversos problemas con Internet me fue imposible.

Saludos y gracias

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