HACE CINCO DÍAS FUE SAN VALENTIN


Te he contado alguna vez la vida de ese desconocido que según todos sus amigos se mato por culpa del amor, o según la versión de la cara B porque era un gilipollas que nunca aprendió a ser feliz. Yo creo que ni una ni la otra. Vamos juntos a descubrir que le paso.


Era domingo, y no un domingo cualquiera, era San Valentín. Un día muy especial para aquellos que les palpita el corazón y tienen con quien compartirlo. Y para el Corte Ingles que se aprovecha de la imbecilidad que a ratos es eso de creer que estas enamorado sin saber realmente lo que es (porque nunca nos lo enseñaron) y perder la cabeza por ello.


Nuestro protagonista se encontraba en su casa, y lo tenía todo planeado desde el día anterior. Un mensaje al móvil de ella: “Mañana no me valen excusas a las ocho te espero en mi casa y te espera una cena como te mereces. Si no me respondes es que vienes. Y sino házmelo saber.” Así que desde el Sábado lo empezó a preparar todo, fue al supermercado y compró lo necesario para la cena. Un buen vino o al menos lo que él creía como uno de calidad. Incluso una botella de champán para brindar. El domingo se levanto ilusionado, con ganas de comerse el mundo si me apuras. Limpio la casa, intento mejorar su aspecto y se puso su camisa preferida a juego con los pantalones. Dejo respirar el vino y preparo la cena con sumo cuidado que todo fuera lo más perfecto posible. En el tocadiscos sonaba un disco de esos de vinilo que ahora por desgracia la tecnología los dejo para el arrastre o para el maldito olvido. Y así con todo preparado dejamos a nuestro protagonista, soñando despierto y mirando el reloj 19:55 ¿será puntual?


Se conocieron a través de Internet, y después de estar más de un mes chateando sin parar un día los dos se atrevieron a conocerse de verdad. Quedaron en una cafetería céntrica de esas que hay en cualquier ciudad que se aprecie de tener un mínimo de gusto para que la gente se sociabilice y lo pase bien. Para ser la primera cita podemos evaluarla como positiva, podía haber sido peor. Al menos nuestro ya querido protagonista conquisto el número de teléfono de ella, le robo un pequeño beso y un te llamare y una sonrisa por parte de ella. Aunque él tenia más altas metas en su cabeza, dentro de lo que cabe no se podía quejar. Lo peor vino después, cuando recién llegado a su casa y tirado en el sofá le entraron unas terribles dudas de si le mandaba o no le mandaba un mensaje en plan: “Me lo he pasado muy bien esta noche, espero que tú también hayas disfrutado”. Y como tanto era su desesperación y lo irritable que se estaba convierto esa sensación de no saber que hacer al final send. Esa noche como es obvio no pudo conciliar el sueño, cada hora se despertaba y buscaba desesperado una respuesta que nunca llegaba. Hasta que al día siguiente cuando la derrota le doblaba la espalda recibió: “Me ha gustado conocerte en persona, era como me había imaginado. Besos”. A partir de entonces todo fue rodado pero en dos direcciones opuestas. Quedaron más de una vez, pero no pasaban de ver una película y hasta luego. De tomar un par de cafés, o de cenar en un restaurante de medio lujo y empezar a conocerse muy poco a poco. De robarse besos de vez en cuando, y de reconocerse muy esporádicamente con caricias y todo muy superficialmente pues la ropa entablaba una más que sería barrera. Iban muy despacito como a ella le gustaba, pero él quería ir más deprisa, o al menos sentirse que las ansias que él tenía hacia ella era igual por la parte opuesta. Porque nuestro protagonista no acababa de entender porque todavía nunca había querido subir a su casa, porque quedaban tan solo una vez a la semana y a veces cuando ella tenía más tiempo libre le daba (según él) largas y prefería estar con sus amigos y ya se verían otro día. Cuando en cambio él lo dejaría todo por ella. Así que como su cabeza era una acumulación de madejas de hilos enredados que no le dejaban aclararse y sentirse a gusto. Decidió dar lo que para él era el paso más importante de todos los que había hecho hasta ahora en dicha relación. Y fue lo que todos ya sabemos, con lo que empezamos nuestro relato, la cita de San Valentín.


Son las 20:05 Aun no ha llegado


Son las 20:10 ¿Le llamo a ver si es que no sabe llegar?


Son las 20:15 ¡Joder si no tenía pensado venir al menos podía haberme avisado!


Son las 20:20 Se abre la botella de vino, donde coño se habrá metido.


Son las 20:25 Mira el móvil desesperado............NADA


Son las 20:30 Le voy a llamar.............no da tono...............MIERDA PUTA


Son las 20:35 La desesperación le atraviesa las entrañas


Son las 20:40 Oye el timbre de su puerta. A ver cálmate que es ella. No es ella, es alguien que se ha equivocado. El rostro palidece por momentos.


Son las 20:45 A ver hay que ser positivo. Seguro que todo tiene una explicación. Voy a llamarla y..................no da tono.......................SERA PUTA


Son las 20:50 Empieza a llorar


Son las 20:55 Mira el móvil desesperado...............nada..................nada................nada


Son las 21:00 Habla en voz alta y retorciéndose de dolor: “Una hora, joder una hora y no sé nada de ella. ¿Por qué a mí? ¡Maldito Dios porque a mí! ¿Por qué me tienes que joder siempre a mí? ¡Maldito mundo de mierda!"


Son las 21:05 Abre una segunda botella de vino (la que tenía guardada por si la cosa se animaba)


Son las 21:10 Pone las canciones más tristes que conoce en su tocadiscos y los ojos se le vuelven a humedecer


Son las 21:15 Vuelve a ver el móvil..................nada.............nada............nada.......


Son las 21:20 Después de mucho darle vueltas le escribe un mensaje: “Si no querías venir al menos me lo podías haber dicho. Respóndeme please.”


Son las 21:30 Abre la ventana que da a la calle y asoma su cabeza y empieza a gritar, a berrear a cagarse en la puta de todo lo cagable.


Son las 21:40 Se golpea con las manos mientras llora desesperadamente.


Son las 21:50 Mira el móvil...............nada............nada.........nada...........hace el amago de tirarlo al suelo, lo deja vivir.


Son las 22:00 Empieza a leer todos los mensajes que se han enviado desde que se conocen. Y piensa, piensa si le vuelve a escribir. Grita: ¡DIME ALGO!


Son las 22:10 Se prepara un cubata de Whisky con Cola


Son las 22:20 Mira el móvil................nada............nada...........nada...........GRITA, PATALEA, LLORA, GRITA, PATALEA, LLORA, GRITA, PATALEA, LLORA.


Son las 22:30 Enciende el ordenador y mira a ver si está conectada al facebook para chatear con ella, si está conectada al messenger para chatear con ella. Nada. Missing.


Son las 22:40 Se coge la botella de Whisky y empieza a bebérsela a trago.


Son las 22:50 Ya no sabe que hacer...............Mira el móvil.................nada................nada............nada.................mira el ordenador nada..............nada..................nada.................mira a la calle por si la ve aparecer como por arte de magia nada..................nada..............nada................


Son las 23:00 Se acabo, se acabo................se va enterar esa puta de lo que soy yo cuando la vea


Son las 23:10 Llora y habla a la vez: “Porque yo joder, creía que estaba vez iba en serio, que al fin había dado con la chica de mis sueños, que esta vez si, que esta vez de una vez por todas tenía motivos para ser más que feliz. ¿Por qué? ¿Por qué me haces esto? No lo entiendo. ¿Qué he hecho mal? Si iba despacio, como yo creo que tu querías. Si aceptaba tus excusas para no vernos de continuo como un perro fiel y apaleado. ¿Qué hecho mal? No putearte, no dejarte de llamar, no ser un cabron contigo.”


Son las 23:20 Repetición de la jugada: Mira el móvil................nada............nada...........mira el ordenador nada............nada...............


Son las 23:25 Se acaba la botella de Whisky de un trago y se llena la bañera.


Son las 23:30 Con las lagrimas corriendo por su rostro desencajado coge un cuchillo de la cocina.


Son las 23:35 Se mete con ropa y todo dentro de la bañera.


Son las 23:40 Se corta las venas. Nuestro protagonista se ha muerto.


Son las 23:45 Suena un vip en su móvil, un mensaje: “Perdona pero he tenido un día surrealista y de locos, si no estas enfadado y te apetece me gustaría verte y contarte todo lo que me ha pasado. ¿Voy a tu casa?”


Son las 23:55 Suena el móvil de nuestro protagonista RIN, RIN, RIN, ella que no hace más que llamarlo..............


Son las 24:30 Deja de recibir llamadas y le llega un último mensaje: “Supongo que estarás muy enfadado sino me contestas y no coges mis llamadas. Lo siento mucho, tenía pensado ir esta noche, tenía mucha ilusión. Cuando quieras hablar conmigo llámame”


La noche cae fría como la muerte que quita lo más bello que se pueda tener, la vida. La gente dice que nuestro protagonista fue un imbecil por quitarse la vida, que era un gilipollas sin autoestima, y con unas pajas mentales de cuidado. Yo creo que él no se suicidio, sino que fue la desesperación quien le mato. La desesperación por haber encontrado a la chica de tu vida (porque eso cuando das con ella uno lo sabe aunque luego con el paso del tiempo resulte que estabas equivocado) y no sentirse correspondido como él creía que se merecía. ¡FELIZ SAN VALENTIN!


Saludos y gracias





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