RESUMEN DE MIS DOS SEMANAS EN ESPAÑA


Es complicado encajar las dos semanas que he pasado en España en un solo post, han sido fantásticas. Después de haber estado en tres aeropuertos diferentes, en dos ciudades distintas, y haber invertido más de 15 horas en viajes durante estos quince días ya estoy de vuelta en Wroclaw.



Primero destacaré lo mejor de este viaje:


Especialmente y en primer lugar el reencuentro con los amigos, una vez más me han demostrado lo que ya sabía que puedo contar con ellos y que siempre estarán ahí. Es curioso, parecía como si fuera ayer la última vez que nos vimos, y habían pasado para la mayoría más de quince meses sin vernos. Supongo que eso es una virtud de la verdadera amistad, y no permite que el tiempo destruya o distancie algo tan enigmático y tan hermoso.


Y uno se da cuenta lo que echaba en falta volver a hacer las mismas cosas de antes con los amigos de toda la vida, no hay más secreto que ese. Simplemente estar con la gente que aprecias, que sientes tan cerca de ti es suficiente. Ya sea tomando unas birras, cenando, jugando unas partidas a la consola, viendo una película en el cine, paseando, haciendo el perro, hablando de lo divino y de lo humano, riéndonos, charlando de banalidades. Da igual, lo importante es volver a estar hay, juntos en la trinchera, y saber porque te lo demuestran que puedes confiar en ellos y que ellos pueden confiar en ti. Al fin y al cabo uno no puede olvidar que los pilares fundamentales de la amistad aparte de la confianza se basan en la libertad, no puedes exigir a tus amigos cosas que ellos no quieran hacer, igual que nunca puedes obligarles a hacer ciertas cosas, cada uno lleva caminos diferentes, y al final no hay más dueño y director de su propio camino que uno mismo. Simplemente tienes que respetar y aceptar sus decisiones, y saber que puedes contar con él y él puede contar contigo cuando las cosas andan torcidas y también cuando andan del derecho.


Tuve la suerte tanto en Valencia, como en Santa Coloma (Barcelona), de disfrutar de nuevo de vuestra grata compañía, y de ver a casi toda la gente que quería ver. Muchas gracias por todos a los que estuvisteis y un abrazo muy grande. También dar las gracias aquellos que sé que les hubiera gustado estar y encontrarnos después de mucho tiempo, pero que por circunstancias mayores fue imposible. A todos vosotros nos volveremos a encontrar pronto, al menos eso espero. Gracias por hacerme pasar quince días fantásticos.


Por otro lado destacar la comida. Echaba de menos los placeres culinarios de España, los olores, los sabores, no he hecho más que comer, y comer estos días, pero ha merecido la pena. Quizás yo no sea el más adecuado para hablar de alimentación, pero personalmente y después de haber probado la comida de diferentes países, y lugares del mundo. Pienso que la comida española es privilegiada, haya donde las haya, ya sea por su extensa variedad, o ya sea por su exquisito y sabroso sabor. Y sin lugar a dudas sino la mejor, una de las mejores del mundo.


Por ultimo por la parte positiva destacar dos ciudades. Primero Barcelona, tuve la oportunidad de volver diez años después, y aunque tan solo estuve un día disfrutando de sus calles, y de su misteriosa belleza. Tengo que reconocer aunque siempre la he visto y he apreciado con grandes ojos esta ciudad. Es hermosa, y tiene un encanto especial. Entiendo perfectamente porque hay a gente que le arrebata, le enamora, y no quiere abandonarla, y cuando eso sucede quieren estar de nuevo de vuelta.


Mención aparte es Valencia. Dejando de lado la inaptitud de los políticos que gobiernan la ciudad. Valencia, mi ciudad de origen es hermosa, y me encanto verla con esa alegría y esplendor por todos sus puntos cardinales, de nuevo perderme y recorrer las calles de toda la vida. Redescubrir Ruzafa, hay pocos lugares que me atraigan tanto como este barrio, tiene un poder magnético fuera de toda duda. Volver a entrar en un bar, reconocerlo, perderme en una librería, el bullicio de la gente, escuchar por la calle tu idioma, entender lo que dicen, y si a todo ello le sumamos el maravilloso clima que tuvimos estos días el resultado es algo entrañable, cautivador. Si, lo reconozco estoy enamorado de Valencia. ¿En un futuro incierto habrá alguna ciudad que me atraiga tanto o más de lo que me atrae actualmente Valencia?


Lo peor de este viaje que se ha confirmado lo que ya era casi imposible de evitar, aunque a veces la ingenuidad provoque tener falsas esperanzas. Si quince meses antes de marcharme a Wroclaw por primera vez yo tenía en Ruzafa (barrio de Valencia) mi casa, mi espacio donde me sentía bien, mi pequeño rincón en este mundo, mi refugio contra tempestades y demonios. En resumen tenía prácticamente toda una vida reunida y recogida en ese espacio. Aparte de un amasijo de recuerdos, de mil aventuras y batallitas vividas. Era mi todo, formaba parte de mí. Si en su momento ya me costo muchísimo tomar la decisión de separarme de él por un tiempo indefinido. Siempre pensé que volvería, por todo lo que ha significado y significa para mí, y en su momento decidí que mejor opción que dejárselo a alguien de confianza para que me lo guarde, me lo proteja, y que mejor que en manos de alguien de tu sangre, de tu familia. Pues tristemente resulta que quince meses después de yo haber partido a buscarme la vida a un país extranjero el que era mi espacio, mi piso, mi pequeño rincón del mundo me lo han arrebatado de las manos, por detrás, sin previo aviso, rompiendo todo aquello que se hablo, rompiendo toda regla moral. Me siento indignado y dolido, una por el engaño y la traición, dos porque provenga de alguien de mi propia sangre. Quizás pensaron que en vez de irme a buscar la vida estaba en Disneyworld o de Erasmus o vete tú a saber en que palacio de orgías de placeres ocultos y destapes impropios de la moral cristiana y puritana de los cojones pensaban que yo estaba. Quizás esta es la lección de la vida para aprender que los valores tradicionales, la familia y las viejas tradiciones están más que sobre valoradas. O quizás esta es la nueva versión en pleno siglo XXI de Caín y Abel. El caso es que tanto cuesta ver en el horizonte de lo moral y lo justo lo que esta bien y lo que esta mal. ¿Tanto cuesta diferenciar?. Quiero pensar que una venda cubre los ojos de aquellos que han tomado las decisiones que sin previo aviso me han castigado a mí con la perdida de lo que una vez fue mío fuera de todo tipo de papeles burocráticos, sino de lo que fue mío en el plano de la palabra, en el plano de la moral, del sentimiento. Quiero pensar que alguna vez todo se arreglara y se corregirán de alguna manera los errores que se han cometido, quiero pensar que me pedirán unas disculpas que me merezco. ¿O quizás con todos estos nuevos deseos vuelvo a ser ingenuo y veo esperanzas haya donde no las hay?. Que el tiempo hable............


Lo segundo peor de este viaje que ya se ha acabado.


Saludos y gracias.





1 comentario:

  1. Hola hermano!! Me alegro de que lo pasaras tan bien en tu vuelta a la que siempre fué, es y será tu casa, (se ponga por delante quien se ponga)después de 15 meses. Me encantó ver como habias cambiado, no para bien, sino para mil veces mejor que bien; hasta en la cara se te nota ese cambio. Y sobretodo, me alegro muchisimo de haber podido darte por fin un buen abrazo después de tantos meses y solo lamento no haber pasado aun mas tiempo juntos, si cabe.

    Por otra parte, ya te lo dije en persona pero te lo repito por aqui: es absolutamente vergonzoso e inhumano lo que te ha hecho tu familia. No tengo ninguna duda de que la inmensa tropelía que han cometido recibirá su justo castigo cuando el tiempo y el destino lo decidan. Pero insisto también una vez más en que no tienes de que preocuparte. Mientras yo esté aquí, sabes que siempre tendrás un sitio en el que quedarte; y estoy seguro de que no es la mía la única "casa" con la que cuentas en Valencia. Las buenas personas siempre tienen buenos amigos dispuestos a echarles un cable, y tu eres una persona excepcional, por eso nunca te faltan buenos amigos que te quieran ayudar.

    Y quien no sea capaz de ver y valorar lo que has conseguido en estos meses, bastante desgracia tiene de estar tan ciego, o, lo que es peor, consumido por la envidia y por la rabia de ver la lección que les has dado.

    Hasta pronto, hermano!

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