LOS PAJAROS


La imagen pertenece a Cracovia no tiene nada que ver con Wroclaw, pero esta vez no me interesa mostraros el lugar por donde hace hoy justo dos semanas desembarque para comenzar una nueva etapa en mi vida. Lo que me interesa mostraros es lo mismo que dice el titulo del post, los pájaros.

Los pájaros en esta ciudad no tienen miedo a la gente, por ahora los hay de dos clases unos muy pequeños y otros mas grandes (palomas) allá donde vas, da igual que lado de la ciudad si las afueras si el centro, si la parte mas pobre si la parte mas rica, los hay por todas partes, por suerte ellos no entienden de lujos todavía. Aun no son dependientes y esclavos del dinero y sus reglas. Son mas libres que muchos de nosotros, y además están dotados con el mayor de los sueños humanos la capacidad para volar. Siempre los ves danzando en busca de comida, acostumbrados a las sombras gigantes que se convulsionan en su camino cruzándose unas con otras, y que de vez en cuando dejan tiempo para chapurear algo en un idioma que les es extraño, inteligible, incluso para mi.

Lo mas llamativo es que se han acostumbrado a nosotros, y que aquí al menos todavía no han decidido que la mejor solución es armar un poco de ruido con la pólvora para desorientarlos, alejarlos, aquí al menos se les respeta. A pesar que están por todas partes, pueden quedarse a menos de medio metro de ti tranquilamente, como si te estuvieran acompañando en tu travesía, como si quisieran a su manera alegrarte el día. Y de repente enfilan con dulzura con una naturalidad envidiosa, sencilla, el vuelo y se levantan por encima de nuestras cabezas para parar posándose en algún edificio. ¿Les gustara mas un edificio que el otro?, ¿Habrá nacido en ellos tras tantos años por Wroclaw el gusto por la estética?. Aparentemente no, al menos no parecen hacer distinciones.

En mi vida he visto muchos pájaros, no es la primera vez, y muchas palomas, y como en la plaza de algunos pueblos y algunas ciudades era costumbre tirar migas de pan y observar como se apelotonaban en busca de un trozo de comida, entonces lo observaba con ojos pequeños, con curiosidad, era como ver una competición, una competición por la supervivencia. Pero el caso es que mas allá de las plazas principales los pájaros ya eran mas asustadizos, mas precavidos, y si te acercabas a ellos huían en bandada. Aquí es diferente, aquí no nos tienen miedo, aquí a veces dan la sensación como si te retaran a acercarte a ellos y como si te dijeran "bobo" nunca me alcanzaras porque yo puedo volar y tu no.

El otro día me quede asombrado como un pajarito pequeño mientras yo degustaba en una terraza una cerveza y tras haber dado por casualidad con una pareja de españoles que estaban de vacaciones por Wroclaw mas bien por toda Polonia, y tras compartir un poco nuestras experiencias e impresiones, volvíamos a quedarnos Annia y yo a solas. Entonces lo vi, era pequeño, el tamaño de la palma de mi mano, llevaba un trozo de pan cogido por el pico y sin mas dilación se aupo a la mesa contigua a nosotros y primero mirando hacia un lado, luego mirando hacia el otro, viendo que nadie ocupaba la mesa y podía ser molestado o quizás era educado y pensó ni yo puedo molestar se dispuso a comerse su trozo de pan tranquilamente, sin mas, disfrutando de su manjar. Era curioso como adoptaba una costumbre en principio tan civilizada como la de comer en una mesa, ¿por qué decidió y ejerció su empeño en comer en la mesa? ¿quizás en su corta o larga vida quien sabe se ha percatado del disfrute y gozoso placer de los humanos cuando comen o beben en las mesas? Y quizás por ello decidió emplear una de nuestras mas comunes costumbres.

A veces me pregunto que vería Hitchcock en los pájaros, que mal augurio vería en ellos para realizar el film donde sacaba el lado oscuro de estos animales. Quizás simplemente era miedo, uno de esos miedos irrefutables y sin sentido que acapara la mente humana. Quizás los observo atentamente durante años y se dio cuenta que a lo mejor corrían el peligro que tras mucho convivir tan cerca con los humanos, tras observar tan de cerca nuestras costumbres cotidianas de todos los días, a ellos, a los pájaros, se les contagiará las sombras de la condición humana, el lado oscuro que muchos de nosotros llevamos dentro, la violencia incontrolada, el querer dominar al otro sin ninguna razón aparente mas allá de la codicia, los recelos, las envidias cochinas... quizás Hitchcock observo esas sombras que sacuden y violan a algunas almas humanas, y pensó que como una especie de virus ni biológico, ni químico, sino mas bien espiritual, se podía traspasar a los pájaros y por lo tanto cambiar su comportamiento. Querer dominar sin sentido, sentir placer haciendo daño, volverse demonios incontrolables a la luz de nuestros ojos, y el problema como siempre estaba en que nosotros que nos encontramos la mayoría con los ojos cerrados no nos dábamos cuenta que quizás lo que quiso mostrarnos Hitchcock fue una metáfora cruel de la condición humana.

Saludos y gracias.

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