PALABRAS QUE NO SON CEMENTERIOS, CEMENTERIOS QUE SON PALABRAS


I

Dos desconocidos a pie de una tumba:
- ¿Usted lo conocía?
- Lo suficiente para venir hasta aquí a menudo y todavía extrañarlo.
- Al final no se hizo viejo.
- Ni inmortal que era su deseo.
- ¿Cuántos se bebía antes de decirle eso?
- Siempre era a la vuelta, después de cerrar todos los bares e irnos ahí donde las ratas bailan y juegan a las cartas.
- Y eso que les tenía pavor.
- Ya te digo, su pesadilla encontrarse con alguna cuando iba a tirar la basura.
-¿Usted sabe lo que realmente le pasó?
- Que tuvo un mal día...
-Eso mismo he querido pensar yo.

Después de un silencio....
- ¿Disculpe, nos conocemos?
- Creo que no, pero le observo y tengo la sensación de que me estuviese reflejando en un espejo.

II

Una mano de mujer entrelazada entre la de un hombre, dos miradas que construyen campos de maíz, de amapolas, y de cualquier semilla que se tire a tierra y dé su fruto. Sentados en una terraza un día donde el sol lleva la contraria a los deseos de las nubes negras y sus diluvios.

Él a ella - ¿Sabes que me haces mejor persona?

Ella a él - ¿Cómo?

- Cuando estoy contigo no tengo la necesidad de beber compulsivamente.

III

- ¡Tira!
-¡Ya voy, ya voy! Para que tantas prisas...
- Te ha salido un seis, mueve, te toca elegir; pasar una vida entera de comieron perdices y vivieron felices con la que llamábamos la chica platónica cuando íbamos a la universidad o en el séptimo partido de las finales en el último segundo meter el triple ganador y conseguir el anillo.
- ¡Tú y tus malditos blancos y negros!
- Como la vida misma....
- ¿Quién te ha dicho a ti que así funcione?
- Mi vocación empírica.

El de la mesa de al lado da el paso que todos los que están alrededor quieren dar pero ninguno se atreve, les pregunta a esos dos vestidos con batas blancas de pelos despeinados y con el tono de voz como si estuviesen hablando por un megáfono:

- Disculpen, ¿a qué estáis jugando?
- A reinventarnos la vida- Responden los dos al unísono.

Saludos y gracias


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