Era nostalgia inquisidora ese danzar de espíritu
solapado por dolor y comedia negra
ese agujerear con la mirada a los muertos y
a los vivos.
Ese ponerse delante del espejo desnuda
con zapatos de tacón y esos huesos, músculos
que quieren ser ciclón, bailar y no más redención
de escombros, de latidos de sequía y lluvia.
Ese desengaño, ese juicio ahora deshabitado
cuando tú fuiste juez, fiscal y victima
de tu propio desencanto, de tu destino
desaliñado, desteñido y desbordado.
Ese si quieres volver a ser pie
podría ser tu rodilla
tu tobillo
tus puntos suspensivos.
Saludos y gracias
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