Susie está despampanante,
traviesa, juguetona, nos enseña sus piernas mientras las cruza y se dejan
entrever por el vestido que lleva puesto, todos nos enamoramos de ella, es
inevitable, si quisiese podría suicidar los cristales de todos los espejos y
únicamente aparecería su reflejo sin importar quien estuviese delante,
cualquier pulgar desea pasear por sus labios y saber lo que se siente, los náufragos y los sedentarios (de
sed nómada) reman a contracorriente por acercarse y bordear sus caderas, Susie
ha vuelto, llevaba años desaparecida, nadie sabe que había sido de ella, nadie
sabe quién es pues nadie la reconoce, y como las viejas costumbres se sienta en
su taburete favorito mientras el barman con un gesto de la cabeza le da su
consentimiento, abre la tapa del piano y como hizo años atrás cuando Susie era
otra persona totalmente diferente vuelve a interpretar su melodía favorita,
únicamente alguien reconoce aquellas notas que hacía tiempo que no eran
tocadas, y después de unos cuantos compases ata cabos y cuando acaba se le
acerca y le pregunta:
- ¿Jonn?
- Sí, he cambiado... ¿Qué tal
estás?
Saludos y gracias
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