ESA CARTA QUE NUNCA SE ACABA ESCRIBIENDO



¿Cómo estás? ¿Qué tal todo? Te dije en algún calendario de otros años que hace poco he visto a gaviotas lejos, muy lejos del mar. Que he dejado que el mañana lo decida el futuro y no volverme loco descifrándolo como un jeroglífico egipcio. Que ahora abro las ventanas esperando a que entre simplemente la brisa, ya perdí las esperanzas en las princesas. Su cuento de hadas no me convence, demasiado artificial. Que para volver a casa ya es el momento adecuado de encontrar otro camino, y sigo creyendo en lo que dicen algunos libros que siempre elegiré llevar conmigo aunque mis ideas sean otras. Creo que al final cocine mi propia receta. Que algún día mataré mis imperfecciones (miedos) tocando al menos una canción que suene bien con la guitarra. Es decir crear un nuevo puzle con nuevas piezas por encajar. Que para que sople el viento a favor no hace falta conquistar la luna (para alguien o uno mismo) o pasarse toda una vida intentándola bajar con una cuerda, es más fácil que todo eso. Que no sigas siendo el corazón solitario que dejaste ver que eres, porque aunque no te lo creas puedes desnucar a cualquier hombre que te proponga la paz en el mundo (que utopía tan hermosa en estos tiempos que corren) a cambio de aprovecharse de ti.

Saludos y gracias    

No hay comentarios:

Publicar un comentario