LA NIÑA DE OJOS VERDES



Esa niña que entró en mi casa para luego salir. Esa niña que entró con mirada alegre y cuando salió mi mirada triste apareció en el espejo y quería hacerle una puta cicatriz para que se mostrase al exterior la sonrisa irónica que me había dejado por dentro al marcharse. En lugar de eso, de jugar al absurdo de la propia mutilación, salí afuera de la casa por la simple curiosidad de averiguar lo que había ido a buscar que no podía encontrar a mi lado, y no sé, no sé de lo que se trataba porque cuando fui a cruzar por el primer semáforo que me encontré un autobús me atropelló acabando con lo poco que me quedaba. La gente tan solo le importaba, tan solo hablaba, si estaba en rojo o en verde, nadie ni nada nunca habló de esa niña con ojos verdes que trataba de volver a encontrar.

  Saludos y gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario