ATAQUES







Ahora que no sé si haces planes con el infinito, si te imaginas un lugar sin meteoritos, ni lluvia de asteroides, es decir, que cuando respires yo tenga algo que ver con parte de ese aire, vaya a la tienda de muñecas de segunda mano y baje la luna que había en el segundo piso para cuando tengamos tiempo libre y necesitemos unas vacaciones.

Descubra que caminos son necesarios para llegar hasta ti de nuevo o por primera vez, y cuando veamos desde la punta de nuestros pies, cabeza abajo un charco enorme de aguas movedizas, lo saltemos juntos agarrados de la mano, con una carcajada sonora y enorme despertemos a ese apagón colonizador, y te llevaré como alguien que te acerca a un secreto a una heladería que se encuentra en el barrio antiguo, junto al viejo cauce, y donde entre sabores de vainilla, chocolate y mermelada de arce, se hace más fácil soportar las leyes del invierno.

Intente averiguar la distancia y el espacio que nos separa, y que tiene que ver con todo ello el tiempo, podríamos hacer el ejercicio mental de imaginarnos la playa vacía, con su casa blanca y porche de madera, e igual que hacíamos figuradamente de pequeños, juguemos de nuevo a las casitas, tan solo que ahora juntos, y si tienes miedo por la posibilidad de que alguna vez hayan posibles huracanes, tranquila que tengo un paraguas conmigo que tiene solución para eso y para grandes chaparrones con granizado incluido.

A pesar de todo esto todavía atesoras incertidumbre y dudas, porque cuando haces el amago de buscarme y llamarme, parezco más interesado en el cielo y la búsqueda de objetos no identificados, la mejor forma para explicártelo todo y quizás así me comprendas, es llevarte ante el muro donde está escrito todo lo que llevo tantas líneas intentando decirte.

Saludos y gracias

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