Todo está sumamente amplificado, y ya nadie resta para cuadrar, más bien para desequilibrar, no sé, siempre que estoy a punto de marchar me vienen sensaciones raras. Ya sabes, como otras veces te he dicho, cada vez me gusta menos la palabra distancia, cierra puertas, y siempre tendrá excesivas desventajas. Por eso quizás me entra pánico pensar que un día serás un punto, porque cada vez que me voy, creo que se acerca más el día que parta para siempre.
El otro día lo pensaba, nunca lo hicimos, y quizás nos falto eso, dejarnos llevar por las luces de navidad que hay en Rynek, más borrachos de lo que luego pudiéramos recordar, y ver la cara de los turistas que no entenderían que por un instante todo pudo ser entre nosotros. Entonces yo te diría ahora comprendo a Murakami, yo también veo más que una sola luna.
Ahora sabes que primero me espera Madrid, con sus mentiras, todas las ciudades guardan un poco de ellas, es la manera que tienen de sobrevivir, y con la pereza que tiene dejarse arrastrar inevitablemente a un lugar en el cual todo será diferente a lo esperado, porque no salió nada de lo que estaba previsto, luego todo será diferente, no lo podría decir mejor, Valencia es como el anestésico perfecto para todos los golpes que te da la realidad, ahora mismo es lo que necesito, cada vez que voy tiene un algo, que no sabría explicarte que me hace sentirme tan bien, ahí es tan fácil dejarse engañar, es el lugar perfecto. Y eso, que lo de aquí, cuando llegue su momento, no resultará fácil dejarlo, costará despedirse de tanto, pero hay a veces que hay que aprender a decir adiós, para poder seguir hacía adelante. Será entre las horas muertas de los aeropuertos, cuando recuerde como me gusta que me digas que yo soy de los pocos que todavía se merecen un scalectrix por navidad, que no me deje perder por culpa de las derrotas, que no me convierta en uno de los malos, que ya son demasiados a los que les reparten carbón en estos tiempos inciertos. O cuando me susurras al oído que no cambie, que eso que tengo y me hace especial es lo que me hace ser mejor persona.
Creo que no llegamos demasiado tarde para darnos cuenta que ya no se trata tan solo de creer en uno mismo, sino que más que nunca necesitamos algo de ahí fuera, y alguien, que nos haga ver que hay algo muy grande esperándonos. Pero lo sé, no lo vuelvas a decir, sé que sientes que en eso no me puedes ayudar. Por eso una parte de ti, te dice que sería una buena señal el día que vuelva para decirte que me marcho para siempre. Me sentaba bien el traje de Papa Noel, me dices, tienes mucho para mostrar, no te lo calles, no lo ocultes, te hará bien sacarlo aunque quizás como decías tú no estés ahí para verlo. Al fin te has dado cuenta, ya aprendimos a nuestras manera a dormir con la luz apagada, aunque sepamos que siempre existe la posibilidad de que haya monstruos en el armario. Un paso adelante, uno más, todavía queda mucho camino por recorrer. Feliz Navidad.
Saludos y gracias
El otro día lo pensaba, nunca lo hicimos, y quizás nos falto eso, dejarnos llevar por las luces de navidad que hay en Rynek, más borrachos de lo que luego pudiéramos recordar, y ver la cara de los turistas que no entenderían que por un instante todo pudo ser entre nosotros. Entonces yo te diría ahora comprendo a Murakami, yo también veo más que una sola luna.
Ahora sabes que primero me espera Madrid, con sus mentiras, todas las ciudades guardan un poco de ellas, es la manera que tienen de sobrevivir, y con la pereza que tiene dejarse arrastrar inevitablemente a un lugar en el cual todo será diferente a lo esperado, porque no salió nada de lo que estaba previsto, luego todo será diferente, no lo podría decir mejor, Valencia es como el anestésico perfecto para todos los golpes que te da la realidad, ahora mismo es lo que necesito, cada vez que voy tiene un algo, que no sabría explicarte que me hace sentirme tan bien, ahí es tan fácil dejarse engañar, es el lugar perfecto. Y eso, que lo de aquí, cuando llegue su momento, no resultará fácil dejarlo, costará despedirse de tanto, pero hay a veces que hay que aprender a decir adiós, para poder seguir hacía adelante. Será entre las horas muertas de los aeropuertos, cuando recuerde como me gusta que me digas que yo soy de los pocos que todavía se merecen un scalectrix por navidad, que no me deje perder por culpa de las derrotas, que no me convierta en uno de los malos, que ya son demasiados a los que les reparten carbón en estos tiempos inciertos. O cuando me susurras al oído que no cambie, que eso que tengo y me hace especial es lo que me hace ser mejor persona.
Creo que no llegamos demasiado tarde para darnos cuenta que ya no se trata tan solo de creer en uno mismo, sino que más que nunca necesitamos algo de ahí fuera, y alguien, que nos haga ver que hay algo muy grande esperándonos. Pero lo sé, no lo vuelvas a decir, sé que sientes que en eso no me puedes ayudar. Por eso una parte de ti, te dice que sería una buena señal el día que vuelva para decirte que me marcho para siempre. Me sentaba bien el traje de Papa Noel, me dices, tienes mucho para mostrar, no te lo calles, no lo ocultes, te hará bien sacarlo aunque quizás como decías tú no estés ahí para verlo. Al fin te has dado cuenta, ya aprendimos a nuestras manera a dormir con la luz apagada, aunque sepamos que siempre existe la posibilidad de que haya monstruos en el armario. Un paso adelante, uno más, todavía queda mucho camino por recorrer. Feliz Navidad.
Saludos y gracias
siempre hay un gran camino por recorrer!!!!!!!! besos:)
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