LEADENHALL MARKET SEGUNDA PARTE



De nuevo de vuelta y Wroclaw esta vez me ha recibido melancólica, triste, lluviosa, parecía cansada. Esta vez el taxista sí que hablaba ingles, no confundió mi calle, y me dejo a la vuelta de la esquina. Por un momento, un instante, creí que podías estar detrás de ella. Porque aun creo en Leadenhall Market, en sorprenderte, aunque no sé cómo, no tengo ni puta idea, esa es la verdad, pero espero llegar a tiempo, porque esta ciudad sin ti se hace pesada, dura, a veces pienso que no tiene sentido.

¡Qué carajo! Simplemente quiero asombrarte y mostrarte que al final este viaje tuvo mucho más sentido del que yo pensé. Enseñarte el bien que me hizo, dejar de sentirme solo, y encontrar el calor de la familia, los amigos. Los quiero aunque no se lo diga todas las veces que me gustaría. También sane las heridas, acabe con mis fantasmas, mis demonios, al menos quiero pensar que por una temporada, larga a ser posible. Descubrí que me hubiera gustado que hubieras venido conmigo, y enseñarte el barrio donde me crie, mostrarte los cines a los que iba, porque ya no existen, los cerraron, porque el maldito progreso a veces estrangula el arte, la cultura, para dar rienda suelta a un consumismo voraz. Invitarte toda una tarde a recorrer en terraza en terraza la hermosura de los viejos rincones que guarda la ciudad, brindar por nosotros dos en las calles de Ruzafa, venderte mejor que nunca los sueños que tengo, porque allí aprendí a creer en ellos de verdad, aprendí a ser un buen comercial de mis propios sueños, ahora ya no finjo cuando hablo de ellos, ya no se nota detrás de mi mirada que me falta confianza en lo que digo, ahora borre el rastro, las huellas que los alejaban de su camino. Al menos esa sensación es la que me traje conmigo. Un optimismo melancólico amigo, y que se deja llevar.

Sabes, cada vez que pasa un día, llega un nuevo amanecer, tacho en el calendario lo poco que nos queda para volver a estar juntos, será aquí, en la misma ciudad donde nos vimos por primera vez, donde decidimos lentamente que tenía sentido seguir descubriéndonos sin temores, conociéndonos, creyendo en un algo en común, y será aquí donde lo retomemos por donde lo dejamos, donde recuperemos el tiempo perdido, pero yo no pierdo la esperanza de no llegar tarde a Leadenhall Market, y romper las reglas del calendario.



Saludos y gracias

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