ECHAR DE MENOS

¿Cómo se puede llegar a echar de menos a una persona que apenas conocemos, o que tan solo se coló en nuestra vida desde hace tan solo unos pocos meses? ¿Cómo se puede llegar a sentir tanto en un corto espacio de tiempo, y luego cuando no se tiene echarlo tanto de menos, igual que si lo hubiéramos sentido toda nuestra vida? ¿Cómo se puede echar algo o alguien de menos que sabes que cuando acabe la espera lo volverás a tener entre tus brazos? ¿Se puede echar de menos algo o alguien que nunca tuvimos y nos gustaría tener, ilusiones fugaces, sueños y estrellas que somos conscientes que nunca llegaremos a tocar? ¿Qué significa en definitiva echar de menos? ¿Querer volver a tener algo o alguien que sabíamos o sabemos que cuando está con nosotros o a nuestro lado nos hace sentirnos mejor personas? ¿Cuánto es lo máximo que podemos soportar cuando echamos algo de menos? ¿Y que sucede cuando ya no podemos soportarlo más, cuando llegamos a nuestro limite y estamos cansados de aguantarlo tanto? ¿Somos capaces de recordar todo lo que echamos de menos, o es un ejercicio de memoria demasiado doloroso de resistir?



Son muchas las cosas que echo de menos, el otro día estuve pensando sobre todas ellas, pero sobre ellas prefiero hablar otro día, escribirlas en mi otro yo, allí donde las verdades no saben tan bien.

Pero lo cierto es que este post en principio iba dedicado a ti, porque desde que te volviste a marchar ya empecé a echarte muchísimo de menos, y es mi única forma de decírtelo en voz alta y que tú nunca lo sepas.Hasta pronto.

Saludos y gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario