GUARDIOLA Y EL BARCELONA

El Barcelona ha vuelto a ganar la liga este año, después de venir de hacer un año perfecto este año ha tenido que sufrir más de lo debido y darse cuenta más que nunca del valor que tiene lo que hicieron el año pasado. Se cayo en la Copa del Rey ante el Sevilla, en una eliminatoria a ida y vuelta donde Palop y un mal primer partido les quito de la senda del titulo. Y ante el Inter se sufrió la derrota más dolorosa de los dos años que lleva Guardiola en el banquillo. En un primer partido nefasto del Barcelona en Milán, y un segundo partido donde lo dieron todo, ante un equipo cobarde, porque de cobardes es jugar con once jugadores atrás porque tienes miedo a tu rival, porque de cobardes es la actitud y formas de su entrenador Mourinho. Pero aun así, esta vez los cobardes y el anti fútbol ( a quien le guste a lo que juega Mourinho allá él) eliminaron al Barcelona. Dolió y mucho, fue un golpe muy duro, y muestra de que aun no ha cicatrizado esa herida se puede observar en la celebración del titulo de liga, en las declaraciones de Pep.

Aun así esta temporada tiene muchísimo merito, porque después de venir de hacer la temporada perfecta, en fútbol y triunfos, han hecho un segundo año quizás no sobresaliente pero si notable. Porque ganar la liga con 99 puntos, marcar un nuevo record, tan solo perder un partido en 38 jugados, ganar otra vez tus dos partidos contra el gran rival, es decir el Real Madrid (por cierto reconocer también la fantástica liga que ha hecho) tiene un merito de cuotas todavía no imaginables. Dolerá saber que mañana no esta jugando el Barcelona la final que le hubiera gustado jugar, pero una vez pasado ese día, y cerrando por lo tanto la temporada y con miras al mundial se valorara de verdad la importancia de este titulo de liga.

El otro día en El País tuve ocasión de leer un articulo que escribieron sobre Guardiola, me gustaría hacer un copia y pega, porque me parece interesante. Aquí unas líneas más abajo lo tenéis junto al video motivador que utilizo esta vez para animar a sus jugadores. Aunque es cierto que el Barcelona tiene una plantilla extraordinaria, con unos jugadores increíbles, para mí sin dudarlo Pep Guardiola ha vuelto ha demostrar que es el gran creador de este espléndido equipo, gracias Pep.

Johan Cruyff, el presidente de honor del Barcelona, ha confesado que uno de sus mayores desasosiegos es que Pep Guardiola "se preocupa tanto por los detalles que un día puede enfermar". Afectado por la alopecia, el técnico azulgrana se espantaría seguramente, a sus 39 años, si se parara a pensar cómo envejecerá como técnico. Ahora no tiene tiempo porque se ha desvivido por su equipo, estuvo alguna noche sin dormir después de la eliminatoria perdida contra el Inter y ha acabado tan cansado de la Liga que está convencido de que será el torneo que menos echará en falta. Hubo un día en que incluso pensó que era inútil continuar porque la gente se empeñaba en comparar los números del presente ejercicio con los del anterior y siempre salía derrotado tras ganar los seis títulos en juego. "Perderemos y sufriremos", se le oyó decir antes de batir el récord de puntos y victorias de la Liga.

Un amigo íntimo de Guardiola sostiene que el pulso Barça-Madrid ha sido tan largo, tenso, malintencionado e incontrolable que alteró la forma de ser del técnico y hasta le convirtió a veces en peor persona. Al entrenador le han abrumado muchas portadas, determinadas decisiones, algunas preguntas y designaciones, tanto como para pensar que el jugador número 12 no era su afición, sino el peor de los enemigos. Hasta la naturaleza ha jugado en su contra cuando se presentó en forma de volcán antes de viajar a Milán. La temporada ha sido agotadora para Guardiola, que abre y cierra la ciudad deportiva como el amo de la fábrica que aparca su coche el primero y lo retira el último para que los empleados sepan que está pendiente del trabajo.


Incluso Màrius, su hijo, le preguntó una tarde a la salida del colegio, después de la destitución de Ernesto Valverde en el Villarreal: "Papá, si alguna vez pierdes, ¿también te echarán?". A muchos niños les gustaba Eto'o y no han parado de inquirir por qué el técnico había prescindido del camerunés. Una cuestión de feeling. Guardiola sostiene, como Cruyff, que el segundo año es el más difícil para un campeón. "Hay que reparar en los detalles, los gestos, las cosas que te hacen ver cómo está el grupo", confiesa; "tienes que mirar a la cara de los futbolistas, descubrir al que quiere jugar y no dar más vueltas a la cuestión, no reparar en mayores consecuencias ni condicionantes". A Guardiola le ha costado congeniar los egos y conjugar a Ibrahimovic con Messi.


Al principio de la temporada, se impuso la inercia del triunfo del curso pasado y el Barça encadenó las dos Supercopas y el Mundial de clubes a la Liga tras la Champions y la Copa del Rey de 2009. El equipo, sin embargo, se sintió muy exigido en la liguilla de la Copa de Europa y fue eliminado de la Copa por el Sevilla después de un mal resultado en la ida (1-2), disputada durante la cabalgata de Reyes. "¡Desapúntate!", como entrenador azulgrana, le soltó su hija, Maria, cuando le comentó que no podría acompañarle a recibir a Sus Majestades porque tenía partido. Chigrinski, Milito y Márquez se juntaron aquella noche y al técnico le culparon de tirar la Copa. El Barça no se clasificó porque, en la vuelta, el portero Palop cuajó seguramente la mejor actuación de su vida (0-1). Pasados los Reyes, Guardiola se llevó a Maria y Màrius a la visita de la plantilla al hospital de la Vall d'Hebrón para que participaran de la ofrenda de regalos a los niños que tampoco habían podido acudir a la cabalgata.


A Guardiola hay que interpretarle a veces por sus gestos, no sólo por sus decisiones, siempre intervencionista. "A mí me pagan por tomar decisiones", resume. Una frase que de nuevo evoca al cruyffismo y le permite marcar diferencias con Frank Rijkaard, que prefirió que su equipo, deslumbrante en la victoria, se consumiera como uno de sus pitillos en la derrota. "Guardiola se anticipa a los problemas", asegura Cruyff. "Así actué el verano pasado", responde el entrenador, "aunque, durante la temporada, alguna vez pensé que habría sido mejor no liarse".


Obsesionado con la perfección y convencido de que podía mejorar al equipo, Guardiola no se arrepiente de nada, aunque Henry y Márquez, a los que separó de Ronaldinho, Deco y Eto'o, se hayan borrado o Chigrinski e Ibrahimovic sean cuestionados como los fichajes de Hleb o Cáceres de la temporada pasada. Y menos después de que se corrigiera en febrero con una decisión capital. A Guardiola le disgustó mucho el partido de Jerez ?lo considera el peor de su etapa? y tampoco le convenció el de Stuttgart. Entendió que tenía que actuar. "Tenemos que hacer alguna cosa y procurar que sea la correcta", convino con sus ayudantes. Optaron por sacar a Messi de la banda derecha y situarle como enganche por detrás de Ibrahimovic.


A partir del partido contra el Málaga, el Barça se desplegó con un 4-2-3-1, aunque los volantes nunca jugaron de forma paralela, sino que el técnico juntó a los cinco mejores alrededor del balón. Mejoró el argentino a cambio de empeorar el sueco. El balance no admite dudas. La cantera de La Masía marca las diferencias. Aunque se pueda equivocar, Guardiola le pone tanta pasión al trabajo que los futbolistas le siguen a pies juntillas. "Su pasión es contagiosa", coinciden en el vestuario; "hace que todos sintamos lo mismo por la manera como lo cuenta y transmite". El equipo se ha sentido como don Quijote, luchando contra todos y contra todo, defendiendo su causa frente a molinos de viento como el Madrid, derrotado en los dos partidos, abatido por la justicia poética azulgrana.


Renovado el título, a Guardiola le queda mucha faena para el año que viene: insistirá con Ibrahimovic ?si es que continúa? porque el sueco enriquece el ataque por su capacidad para encarar los centros, asociarse y juntar o estirar al equipo y repetirá que los jugadores y la pelota deben avanzar juntos desde la defensa. Nada le motivará más que cumplir la promesa de renovar su contrato arrancada por aclamación popular en un concierto de Manel porque, si el madridismo cree que sólo Florentino Pérez puede redimirle, el barcelonismo coincide en que únicamente Guardiola le mantendrá campeón.


Guardiola es utilizado como referente para las secciones del club y como modelo en las escuelas de negocio: personaliza la fórmula del éxito después de dos años como técnico del Barça. Derrengado y feliz, ahora se tomará unas vacaciones con Cristina, con Maria, Màrius y Valentina, orgulloso de su equipo y de su club, consciente de su "sentido trágico", como escribió el periodista Antoni Puigverd: "Sus vínculos con el Barça son los del amor (...) Guardiola pone su persona al servicio de la causa. Todas esas virtudes responden a un fondo ético que definiré como 'sentido trágico' (...). Guardiola se ha armado de lucidez trágica. Se enfrenta a su tarea de cambiar el destino del Barça con rigor científico, con pasión de amante, con severidad y empatía de profesor. Y con el sentido trágico del profeta: consciente de que acabará ardiendo un día u otro en el altar del sacrificio".





Saludos y gracias

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