TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE

Me encanta vivir en la incertidumbre, como filosofía de vida, sin destinos que nos registren el futuro, quizás amargo, quizás demasiado fácil. Me gusta vivir en la incertidumbre porque te permite vivir sin obsesiones, sin las limitaciones que provocan las preocupaciones cotidianas, hipotecas, finales de mes, facturas pendientes por resolver, ataduras que nos atan a un pronostico demasiado sencillo de predecir. Disfruto de la incertidumbre, porque el mañana nunca sabes como será, se convierte en un misterio por resolver, nunca sabes si saldrá cara o cruz, o quien sabe quizás la fortuna caiga de canto, es decir ni para uno, ni para el otro. Me deslizo por la incertidumbre porque me permite vivir el día a día, lo más cercano al “Carpe Diem” que soñé cuando en mis noches ingenuas de adolescente, mientras el cielo mostraba las estrellas, y yo creía que me podía comer el mundo, soñaba con ser de mayor lo más libre posible, y quizás cuando navego por la incertidumbre, es cuando más cerca estoy de esa increíble sensación.






Saludos y gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario