Da la sensación que siempre se mueren los mejores, el domingo falleció Mario Benedetti. Aunque un servidor nunca lo conoció en persona, si que tuve la oportunidad de conocerlo a través de su obra, especialmente de sus poemas, llenos de magia cada uno de ellos. Muchos de ellos atrevidos, valientes, sinceros, humildes, e incluso clandestinos. Inspirador de muchas jóvenes plumas, y con un legado único. Seguramente nunca nos lo arrebatara el olvido, porque mucha gente siempre lo recordara y lo inmortalizara. Allá donde hayas ido no dejes de escribir, aquí desde el espació terrenal te seguiremos recordando leyendo tus poemas. Que tengas un lindo viaje y descubras muchas cosas maravillosas en el.
A continuación dos poemas de Mario Benedetti y otro poema de él cantado por Serrat.
HAGAMOS UN TRATO:
Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué deliro
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo
DEFENDER LA ALEGRÍA:
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y el agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría
Saludos y gracias
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