Esta semana podría haber hablado de muchas cosas que no he hablado, las elecciones en Galicia y el País Vasco, una vuelta de tuerca mas a mantener estancada la esencia de la democracia bajo juegos de artificios cuyos cimientos están sostenidos por raíces podridas y muertas. También podía haber hablado de cómo el mundo sigue reinventándose continuamente, nunca lo dejara de hacer, solamente que esta vez a ritmo de vértigo, y bajo el temporal de una crisis que nos dice muchas más cosas aparte de las económicas. O sino podría haber hablado de la triste perdida que ha significado la muerte de Pepe Rubianes, joder cuando se muere alguien tan especial, alguien con tanto por enseñar bajo el aroma terapéutico de la carcajada, uno siempre piensa se marchan los mejores. Pero no lo he hecho, no he escrito nada sobre todo esto no por falta de inquietud, sino porque un servidor acaba agotado y cansado de ver como se esta imponiendo a pasos acelerados el estado pesimista.
Todo sistema no solo se mantiene por su vertiente económica, seguramente este sea su pilar central, pero para poder mantenerlo en pie necesita el apoyo irrefutable de su parte filosófica, y de su parte científica. En lo que se refiere a su parte filosófica el actual sistema esta construido bajo el pesimismo, el miedo, el control exagerado para mantener “las formas”, la preocupación extrema del que dirán, produciendo todo ello una escala de valores un tanto caducos y viciados. A día de hoy el ser humano esta lleno de prejuicios, la mayoría no sabe desenvolverse naturalmente en algunos ámbitos cotidianos de la vida porque dichos prejuicios le tienen agarrado de tal forma que no le permite desarrollarse. Solo que ahora debido a la crisis todo esto se ha acuciado exponencialmente.
Porque para empezar hay que partir que esta crisis no es una crisis como a las que ha estado acostumbrado el sistema en anteriores ocasiones, esta vez han golpeado en su centro, esta vez sus pilares heridos de tantos golpes, rancios de sostener tanta hipocresía y mentira han dicho basta, hasta aquí hemos llegado, nos hemos cansado de aguantar y soportar tanta mierda a cambio de nada. Esta vez se trata de un cambio de era, el fin de un sistema, a la espera de algo nuevo que esta por surgir, ¿cómo será lo nuevo que esta por venir?, ni la más remota idea tengo, por mas que piense en ello más incapaz me vuelvo para visualizar algo. También se trata de una mutación de valores, una transformación de nuestro modo de ver y percibir la vida, el mundo que nos rodea. Ante tal situación mas que nunca depende de nosotros mismos que esto acabe en plan apocalíptico y sálvese quien pueda o brindar por esta oportunidad de oro para construir un mundo mejor. Este no es el juicio final, de eso estar seguros, para eso por suerte aun queda mucho, queda lejos de nuestra orbita, eso pertenece a otro espacio y a otro tiempo. Esta crisis se trata de una prueba, de demostrarnos a nosotros mismos lo que somos capaces de hacer, es cierto que nadie nos ha enseñado a salir airosos de esta situación, pero la respuesta se encuentra dentro de nosotros. Si queremos vencer a este estado pesimista que se ha impuesto de una manera atroz, destapándose en su esencia, quedándose en pelotas ante la humanidad, hasta tal punto que incluso se ha despojado del traje que lo mantenía oculto, el del maldito sueño americano. Necesitamos mas que nunca tener fe en nosotros mismos, y sacar lo mejor que llevamos dentro, evitar por todo lo posible caer en fatalismos, enfrentamientos, miedos y erupciones temerosas porque todo ello nos condena a la autodestrucción.
Ahora parémonos a pensar por un momento, dejemos que el mundo se quede quieto a nuestras espaldas y no entorpezca nuestra concentración. Podemos observar que día a día desde hace muchos, muchos años, nos han invadido con mensajes pesimistas, con noticias tristes, que mal va todo, etc, escasas han sido las veces que nos han mandado mensajes de animo, noticias positivas que nos vuelva animosos para creer, para tener fe en algo mejor. Tan solo y para lo único que mandan mensajes más alentadores es para ejercer en nuestra mente el poder del consumo y así retroalimentar el sistema. ¿Para que necesita el sistema invadirnos de mensajes nefastos, e imponer un estado pesimista? Igual que les interesa que seamos borregos y no pensemos mas allá de sus limites establecidos, les interesa que no tengamos esperanza en algo mejor, que no tengamos fe en construir un mundo mejor, por eso les interesa que pensemos que esto es una mierda, que no tiene solución, que nos levantemos del sofá tan solo para ser sus trabajadores y sus consumidores. Nos lo han metido hasta el último rincón de nuestras entrañas, pero ahora podemos demostrarles que se han equivocado, que han perdido la partida, ahora mas que nunca, cuando peor pinta todo mas positivos nos tenemos que volver, vitalistas, creativos, ver al mundo con una sonrisa, y pensar en el maravilloso futuro que podemos construir, hacer un corte de manga a este maldito sistema y mandarlo a tomar por culo. O quizás primero de todo necesitemos un disparo de nieve, una luz cegadora, así para enterrarlo definitivamente por siempre, para poder construir por fin ese mundo que nos merecemos. Otro mundo es posible.
Saludos y gracias
Todo sistema no solo se mantiene por su vertiente económica, seguramente este sea su pilar central, pero para poder mantenerlo en pie necesita el apoyo irrefutable de su parte filosófica, y de su parte científica. En lo que se refiere a su parte filosófica el actual sistema esta construido bajo el pesimismo, el miedo, el control exagerado para mantener “las formas”, la preocupación extrema del que dirán, produciendo todo ello una escala de valores un tanto caducos y viciados. A día de hoy el ser humano esta lleno de prejuicios, la mayoría no sabe desenvolverse naturalmente en algunos ámbitos cotidianos de la vida porque dichos prejuicios le tienen agarrado de tal forma que no le permite desarrollarse. Solo que ahora debido a la crisis todo esto se ha acuciado exponencialmente.
Porque para empezar hay que partir que esta crisis no es una crisis como a las que ha estado acostumbrado el sistema en anteriores ocasiones, esta vez han golpeado en su centro, esta vez sus pilares heridos de tantos golpes, rancios de sostener tanta hipocresía y mentira han dicho basta, hasta aquí hemos llegado, nos hemos cansado de aguantar y soportar tanta mierda a cambio de nada. Esta vez se trata de un cambio de era, el fin de un sistema, a la espera de algo nuevo que esta por surgir, ¿cómo será lo nuevo que esta por venir?, ni la más remota idea tengo, por mas que piense en ello más incapaz me vuelvo para visualizar algo. También se trata de una mutación de valores, una transformación de nuestro modo de ver y percibir la vida, el mundo que nos rodea. Ante tal situación mas que nunca depende de nosotros mismos que esto acabe en plan apocalíptico y sálvese quien pueda o brindar por esta oportunidad de oro para construir un mundo mejor. Este no es el juicio final, de eso estar seguros, para eso por suerte aun queda mucho, queda lejos de nuestra orbita, eso pertenece a otro espacio y a otro tiempo. Esta crisis se trata de una prueba, de demostrarnos a nosotros mismos lo que somos capaces de hacer, es cierto que nadie nos ha enseñado a salir airosos de esta situación, pero la respuesta se encuentra dentro de nosotros. Si queremos vencer a este estado pesimista que se ha impuesto de una manera atroz, destapándose en su esencia, quedándose en pelotas ante la humanidad, hasta tal punto que incluso se ha despojado del traje que lo mantenía oculto, el del maldito sueño americano. Necesitamos mas que nunca tener fe en nosotros mismos, y sacar lo mejor que llevamos dentro, evitar por todo lo posible caer en fatalismos, enfrentamientos, miedos y erupciones temerosas porque todo ello nos condena a la autodestrucción.
Ahora parémonos a pensar por un momento, dejemos que el mundo se quede quieto a nuestras espaldas y no entorpezca nuestra concentración. Podemos observar que día a día desde hace muchos, muchos años, nos han invadido con mensajes pesimistas, con noticias tristes, que mal va todo, etc, escasas han sido las veces que nos han mandado mensajes de animo, noticias positivas que nos vuelva animosos para creer, para tener fe en algo mejor. Tan solo y para lo único que mandan mensajes más alentadores es para ejercer en nuestra mente el poder del consumo y así retroalimentar el sistema. ¿Para que necesita el sistema invadirnos de mensajes nefastos, e imponer un estado pesimista? Igual que les interesa que seamos borregos y no pensemos mas allá de sus limites establecidos, les interesa que no tengamos esperanza en algo mejor, que no tengamos fe en construir un mundo mejor, por eso les interesa que pensemos que esto es una mierda, que no tiene solución, que nos levantemos del sofá tan solo para ser sus trabajadores y sus consumidores. Nos lo han metido hasta el último rincón de nuestras entrañas, pero ahora podemos demostrarles que se han equivocado, que han perdido la partida, ahora mas que nunca, cuando peor pinta todo mas positivos nos tenemos que volver, vitalistas, creativos, ver al mundo con una sonrisa, y pensar en el maravilloso futuro que podemos construir, hacer un corte de manga a este maldito sistema y mandarlo a tomar por culo. O quizás primero de todo necesitemos un disparo de nieve, una luz cegadora, así para enterrarlo definitivamente por siempre, para poder construir por fin ese mundo que nos merecemos. Otro mundo es posible.
Saludos y gracias
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