Este fin de semana ha ido en progresión para finalmente dar lugar a un domingo tranquilo, relajado, y de esos que tanto echaba de menos donde tan solo yo con mis pequeños”vicios”, me ayudaban para recargarme las pilas para empezar lo mejor posible la semana. Desde hace dos meses por suerte mi vida social se ha ido ampliando y descubriendo nuevas fronteras, de tal manera que a día de hoy para ir a tomar una caña o pasar un rato agradable no necesito imperiosamente de Annia o su circulo de amigos. Así que el Viernes por la noche me fui a tomar unas cañas con mis compañeros de trabajo, aun estamos en ese periodo en el cual se conocen y descubren mutuamente las personas, pero la verdad que con ellos resulta bastante sencillo, quizás sea porque son Españoles y que mejor que ellos para compartir y comprender mis sensaciones y experiencias en Wroclaw. Hasta el momento disfruto cada vez que tenemos oportunidad y vamos a tomar todos juntos unas cañas, me hacen pasar un rato agradable entre risas y buen rollo, también me permito el lujo de aprender de sus experiencias por Polonia dado que un par de ellos ya llevan viviendo su tiempo aquí por lo que ya no les resulta tan extraño y tan ajeno los polacos y sus costumbres.
El sábado en cambio tuve la oportunidad de conocer un poquito mas Wroclaw e irme de visita a uno de los dos extremos de la ciudad, el otro ya lo conocía, ya estuve una vez, ahora tan solo me faltaba uno y por fin lo conocí. El viaje en tranvía tardo casi una hora en llegar, y eso que no fui de un extremo al otro, para que os hagáis una idea de lo grande que esta ciudad. El trayecto bajo la agradable luz del sol me permitió comprender porque esta poco habitada esta ciudad en comparación a Valencia por ejemplo. Por suerte aquí aun han decidido que la naturaleza se merece su espacio, se merece tener su entorno, le dejan respirar e incluso aun diría yo mas le dejan ser libre. Si esto fuera Valencia seguramente ya hubieran impuesto su maldita ley el ladrillo y la jungla de asfalto, asfixiando y ahogando a la madre naturaleza, desterrándola, exiliándola. Una vez llegue al otro extremo me encontre con tan solo una calle principal y un par mas de meras acompañantes, de echo si no fuera porque me dijeron que pertenece a Wroclaw yo juraría que estaba en un pueblo, resulta que en el pasado si lo fue, pero en la actualidad no. Ahora os preguntareis y que hacia yo aquí, en la otra punta de la ciudad, ¿simple turismo?, hubiera sido la opción más probable pero esta vez no era el caso. Fui allí porque una amiga de Annia que conocí en Valencia ara cosa casi de dos años y que se llama Asia me pidió hace una semana el siguiente favor: "Una asociación de una amiga suya iba hacer un encuentro en un antiguo palacio donde hablarían por un lado de Barcelona y por el otro de Gaudi. Querían tener a un español para cuando llegará el final de ambas exposiciones, el publico presente tuviera la ocasión de hacer preguntas a un nativo". Así que allí me dirigí muy gustosamente e intente responder de la mejor manera posible a las preguntas que me hicieron cerca de un grupo de aproximadamente unas cuarenta personas. Al principio pensé que por vergüenza o simplemente porque no tenían nada que preguntar aquello sería un visto y no visto, pero una vez alguien se atrevió a dar cancha con la primera pregunta, poco a poco fueron surgiendo las restantes. Por suerte para mi no eran muy comprometidas, y la mayoría fueron muy semejantes a las que me han hecho hasta ahora otros polacos en diversas ocasiones. Fue una experiencia corta pero curiosa y agradable, me sirvió para darme cuenta que no lo hago tan mal hablando en publico como yo pensaba en un principio, quizás porque fui muy tranquilo y muy seguro de mi mismo. Después de que terminara todo aquello, dimos rienda suelta a la noche, cenamos y tomamos unas cañas por esa parte de la ciudad antes de dirigirnos de vuelta al centro de Wroclaw. Una vez en Wroclaw el encanto de la noche se apodero de nosotros y nos dejamos llevar, tuvo de todo, altibajos, momentos tensos, para que finalmente la noche desembocara en una agradable charla con Asia, me sentí muy bien porque una vez mas me dio la confianza de contarle lo bien que me siento y lo feliz que soy en Wroclaw, mis sensaciones en Polonia desde que he llegado, mis cambios, mis proyectos de futuro, mis pequeños temores que por mas que uno quiera dejar de lado siempre están ahí acechando, esperando la mínima oportunidad para colarse y aguarte la fiesta. Tuve la suerte una vez mas de sentirme escuchado, y pasar un rato muy agradable. También esa noche aprendí que me quedan detalles por mejorar como persona, quizás aun sean muchas cosas, pero también me di cuenta que si yo quiero soy capaz de conseguirlo. Una vez ya fuera del último pub, y cuando nuestros caminos se separaban, le di un abrazo a Asia y le desee lo mejor para su futuro, hasta la próxima.
El sábado en cambio tuve la oportunidad de conocer un poquito mas Wroclaw e irme de visita a uno de los dos extremos de la ciudad, el otro ya lo conocía, ya estuve una vez, ahora tan solo me faltaba uno y por fin lo conocí. El viaje en tranvía tardo casi una hora en llegar, y eso que no fui de un extremo al otro, para que os hagáis una idea de lo grande que esta ciudad. El trayecto bajo la agradable luz del sol me permitió comprender porque esta poco habitada esta ciudad en comparación a Valencia por ejemplo. Por suerte aquí aun han decidido que la naturaleza se merece su espacio, se merece tener su entorno, le dejan respirar e incluso aun diría yo mas le dejan ser libre. Si esto fuera Valencia seguramente ya hubieran impuesto su maldita ley el ladrillo y la jungla de asfalto, asfixiando y ahogando a la madre naturaleza, desterrándola, exiliándola. Una vez llegue al otro extremo me encontre con tan solo una calle principal y un par mas de meras acompañantes, de echo si no fuera porque me dijeron que pertenece a Wroclaw yo juraría que estaba en un pueblo, resulta que en el pasado si lo fue, pero en la actualidad no. Ahora os preguntareis y que hacia yo aquí, en la otra punta de la ciudad, ¿simple turismo?, hubiera sido la opción más probable pero esta vez no era el caso. Fui allí porque una amiga de Annia que conocí en Valencia ara cosa casi de dos años y que se llama Asia me pidió hace una semana el siguiente favor: "Una asociación de una amiga suya iba hacer un encuentro en un antiguo palacio donde hablarían por un lado de Barcelona y por el otro de Gaudi. Querían tener a un español para cuando llegará el final de ambas exposiciones, el publico presente tuviera la ocasión de hacer preguntas a un nativo". Así que allí me dirigí muy gustosamente e intente responder de la mejor manera posible a las preguntas que me hicieron cerca de un grupo de aproximadamente unas cuarenta personas. Al principio pensé que por vergüenza o simplemente porque no tenían nada que preguntar aquello sería un visto y no visto, pero una vez alguien se atrevió a dar cancha con la primera pregunta, poco a poco fueron surgiendo las restantes. Por suerte para mi no eran muy comprometidas, y la mayoría fueron muy semejantes a las que me han hecho hasta ahora otros polacos en diversas ocasiones. Fue una experiencia corta pero curiosa y agradable, me sirvió para darme cuenta que no lo hago tan mal hablando en publico como yo pensaba en un principio, quizás porque fui muy tranquilo y muy seguro de mi mismo. Después de que terminara todo aquello, dimos rienda suelta a la noche, cenamos y tomamos unas cañas por esa parte de la ciudad antes de dirigirnos de vuelta al centro de Wroclaw. Una vez en Wroclaw el encanto de la noche se apodero de nosotros y nos dejamos llevar, tuvo de todo, altibajos, momentos tensos, para que finalmente la noche desembocara en una agradable charla con Asia, me sentí muy bien porque una vez mas me dio la confianza de contarle lo bien que me siento y lo feliz que soy en Wroclaw, mis sensaciones en Polonia desde que he llegado, mis cambios, mis proyectos de futuro, mis pequeños temores que por mas que uno quiera dejar de lado siempre están ahí acechando, esperando la mínima oportunidad para colarse y aguarte la fiesta. Tuve la suerte una vez mas de sentirme escuchado, y pasar un rato muy agradable. También esa noche aprendí que me quedan detalles por mejorar como persona, quizás aun sean muchas cosas, pero también me di cuenta que si yo quiero soy capaz de conseguirlo. Una vez ya fuera del último pub, y cuando nuestros caminos se separaban, le di un abrazo a Asia y le desee lo mejor para su futuro, hasta la próxima.
No se porque pero la amiga que aparece en las fotos y ademas esta sentada al lado mio y vestida de color negro se parece mucho a mi !!!!! O solo yo tengo esta impresion ???? Que rara es la sencacion de saber que se tiene casi un doble- por suerte hay algunas diferencias!!!! bueno ya dejo estas divagaciones, sobre todo pq no es mi blog y no quiero quitar el protagonizmo al autor. Pero mola mucho eso de tener su blog!!!- saludos y gracias
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