AGENDA

Una agenda, una simple y llana agenda es lo más imprescindible para este trabajo, sin ella te pierdes. Con el tiempo se convierte en tu mapa, en tu guía, allí se encuentra clasificado las labores que tienes que desempeñar, tus notas, tus horarios, porque en este curro ningún día es igual al otro, ningún Lunes es igual a otro Lunes, y toda semana difiere mucho a anteriores semanas. Sea porque te aplazan una clase, sea porque hay cambios en los horarios, sea porque de repente te surge una nueva alumna inesperada, ningún día se repite. Es lo hermoso de este trabajo, su incertidumbre constante, su que pasara mañana, ¿será como tenía planeado?, y así cada día se convierte en algo diferente. Nada que ver con el horario estricto y cerrado de una oficina, ese horario que te subyace y poco a poco te va robando la vida, y quitando sentido a tus sueños, a tus fantasías. Aquí es diferente, si uno quiere y disfruta de lo que hace puede conseguir que cada día no se parezca en nada al anterior, e incluso aquello que ya has enseñado a anteriores alumnas y ahora vuelves a enseñar a otras se puede convertir en algo totalmente distinto, aunque se trate del mismo texto, aunque se trate del mismo ejercicio, da igual, para empezar ya hay una variable que no es igual, las alumnas. Ellas son el trampolín para que todo pueda ser diferente, apasionado, interesante. Ellas son las que te ayudan sin saberlo a que te tomes en serio tu trabajo y quieras enseñar. Ellas son las que provoca que a todas horas estés pensando en este ejercicio, en este otro, en que haré para mañana, en que puedo hacer para hoy, pensar, pensar, esa hermosa acción, ese placer inaudito, inexplicable, PENSAR. Ellas son las que provocan que te sientas mal contigo mismo cuando una clase no te sale como querías, porque no quieres defraudarlas, porque quieres estar a la altura, y enseñarles lo que ellas esperan. Al fin y al cabo sin ellas este maravilloso trabajo no sería posible. Ahora bien y retomando el tema inicial supongo que se entenderá el porque la agenda se convierte en nuestro objeto de primera necesidad, porque sin ella todo sería un caos ingobernable, y ante tanto ajetreo todo necesita un orden, darle un sentido, y ese sentido, esa brújula que nos hace que no nos perdamos en este hermosa madeja, es ni mas ni menos la agenda.

Hoy me encuentro al final de un trimestre y al principio del otro, hoy comienzo un nuevo reto profesional, una nueva escuela, algo nuevo y muy interesante se vislumbra en mi camino, hoy tengo las mismas ganas que al principio, hoy e igual que ayer quiero que todo salga estupendo maravilloso, hoy e igual que ayer te necesito para no perderme, hoy cuento contigo, hoy reviso tus notas, hoy miro el horario, hoy deseo que me acompañes por mucho tiempo a mi lado, eso seria un buen síntoma, hoy te vuelvo a utilizar, mis respetos agenda.


Saludos y gracias




1 comentario:

  1. Joder colega. Tienes mucha razón en absolutamente todo lo que has dicho, pero...nunca hubiera imaginado que alguien escribiese una auténtica "carta de amor" a las agendas!! jajajajaja. Si es que nunca dejarás de sorprenderme...

    Un abrazo, hermano!

    Saludos.

    ResponderEliminar