Quizás sea necesario que llegue un silencio, y nos conceda un periodo de tregua, que se callen los morteros, las bombas, las malditas armas, para así conseguir de una vez por todas condenar a la guerra. Que se calle el ruido de todos los días, el ruido de las almas baldías. Que llegue un periodo de reflexión y nos demos cuenta que matarnos entre nosotros no nos lleva a ninguna parte, que enemistarnos y maldecidnos continuamente los unos sobre los otros no es el camino, es el problema en cuestión. Que no permitamos que el olvido nos robe la memoria, que aquellos que murieron al intentar construir algo mejor no hayan muerto en balde. Recuperar del recuerdo aquellas victimas por culpa del horror de la guerra, de aquellos que fallecieron a manos del monstruo que son las dictaduras, de aquellos que perecieron a manos de la injusticia y el dolor. Y mirarnos a los ojos, y pedirnos perdón. Sepultar el odio y el rencor para siempre, y una vez hecho esto, quizás sea el momento de dejar que el silencio se vaya, y poco a poco escuchar de nuevo ruido, pero esta vez un ruido diferente, esta vez el ruido de la esperanza, esta vez el ruido de otro mundo es posible.
Saludos y gracias
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