CUENTO DE NAVIDAD



Abre la tapa del móvil ninguna llamada, ningún mensaje, ni tan solo una llamada perdida. Se dirige a la cocina descorcha una botella de vino y se prepara una copa, vuelve al salón, enciende la televisión y se encuentra con el mensaje del rey, igual que todos los años, la misma mierda pero con diferentes palabras, apaga la televisión, se niega a escucharlo. Se acerca al equipo de música y deja que suene el primer disco que esta puesto, ni se molesta en elegir uno entre toda la pila de CD que tiene. Suena de fondo Charles Parker, mientras él se sienta en la mesa, se dice ya es hora de empezar a cenar. La cena dura poco, unos pocos langostinos cocidos del supermercado, luego un plato de lomo acompañado de patatas y una salsa, poco mas, tampoco le hace falta mucho mas a una persona cuando esta sola. Recoge la mesa, y deja los platos sucios en el fregadero, los limpiara mañana. Se sienta en el sofá, se enciende un cigarrillo y fuma mientras tanto acompaña las caladas con breves sorbos de la copa de vino, hace el amago de encender la televisión de nuevo, pero a última hora decide que no es buena idea, deja el mando de nuevo en su sitio. Cuando se consume el cigarrillo se levanta y se dirige hacia su chaqueta, sacando de uno de sus bolsillos una cartera y se vuelve a sentar en el sofá. Saca una foto de la cartera, se trata de una mujer, no muy mayor cerca de los cuarenta, tiene una sonrisa preciosa, le da la vuelta y en el dorso pone Marta te quiero. Coge la foto fuerte entre las dos manos y se pone a llorar. Porque te fuiste, porque me tuviste que dejar solo, ¡maldita sea porque te tuviste que morir!, Feliz navidad te quiero.

Hoy se ha tenido que disfrazar de Papa Noel, le pica la barba y el traje rojo le viene ajustado, pero no le importa sabe que así hará feliz a sus hijos, es importante que tengan la ilusión puesta en Papa Noel, porque eso es un síntoma positivo que todavía no les arrancaron la infancia a pedazos, no como a él cuando su padre al tener él tan solo once años llego unas navidades a casa borracho y le dijo ¿tu sabes quien es Papa Noel, lo sabes si o no? Seguramente no lo sepas, como no sabes nada de esta puta vida, pues toma Papa Noel, desgraciado yo soy Papa Noel y este es tu maldito regalo mientras dejaba caer su cinturón una y otra vez sobre su débil cuerpo. Lo recuerda perfectamente tan solo tenia once años, cuando su padre le pego la paliza mas fuerte hasta el momento, fue en Nochebuena, lo bueno de todo aquello que fue la última, ya nunca mas le volvió a tocar. Después de casi treinta años de aquello las secuelas ya casi han desaparecido del todo, físicamente se recupero antes pero psicológicamente ha sido un proceso muy duro que transitar, menos mal que por el camino se encontró con Elena, le resulto de una ayuda enorme. Ahora están casados y lo daría todo por ella, sin pensárselo dos veces. Aunque lo que realmente le empujo definitivamente a olvidar su pasado y mirar al presente y al futuro sin miedo, fue en el momento en el cual se volvió padre, son dos maravillosos hijos, uno se llama Daniel y el otro Ismael y están a la espera de un tercero que parece ser que va a ser niña, será la niña de sus ojos se dice él a si mismo todos los días. Ya es la hora, se prepara para salir, abre la puerta del salón y.....HOHOHOHOU! con una voz ronca la mas cercana posible para imitar cualquier otra que no sea la suya, con tal de que no le reconozcan. ¡Que hermosos niños! ¿habéis sido buenos este año? ¡Si,si,si,.....! ¿tu eres Papa Noel? ¿y el trineo? ¡HOHOHOHOU claro que soy Papa Noel y el trineo esta esperándome fuera para irme a otras casas y ver a otros niños y darles los regalos que pidieron pero antes de todo, os tendré que dar los vuestros.......¡Tomar, tomar y disfrutar! ¡Y prometer que el año que viene seréis tan buenos o más que este año! ¡HOHOHOHOHOU hasta el año que viene! ¡Feliz navidad Papa Noel! Deja los regalos bajo el árbol y se despide ocultándose de nuevo en la casa sin que se percaten sus hijos para quitarse el disfraz, mientras se cambia la ropa una lagrima de felicidad recorre por su mejilla, esta vez a dicho a dios a sus fantasmas, esta vez los malditos demonios del pasado no le han jodido la navidad, feliz navidad hijos míos.

Las calles huelen al horror que es la muerte, se encuentran desnudas, vacías, tan solo se puede escuchar el maldito miedo, o el ruido de la muerte, TRATRATRA otra ráfaga de disparos, sin ninguna dirección visible. Cúbrete hijo, no te vayan a volar la cabeza, tan solo tiene doce años y ya sabe lo que es manejar un arma, ya sabe lo que es el miedo, conoce al diablo en persona, lo ha visto un montón de veces en esta maldita guerra, en esta guerra injusta como todas las guerras, pero lo peor de todo lo mas atroz que ya sabe lo que es matar, hará cosa de unos meses su padre le obligo a que se uniera a su bando, decía que no quedaban mas cojones que las cosas están tan mal que se ven forzados a reclutar a niños y que si estos no aceptan les vuelan la cabeza de un puto disparo. Así que se vio envuelto a un viaje sin billete de vuelta, se vio envuelto en un viaje directo al infierno. Un día de otros muchos malditos días tuvo enfrente a otra persona que jamás le había hecho nada y que no conocía de nada pero la guerra te vuelve un animal, un animal depredador y carroñero, y esta vez disparo, disparo de tal forma que la otra persona, el otro ser humano escupió sangre por la boca, tuvo espasmos por todo el cuerpo y su sangre brotaba por todo su pecho creando un charco rojo a su alrededor, al cabo de poco tiempo murió. Tan solo tenía doce años y ya había matado, esa noche lo celebraron sus compañeros de armas, o mas bien le obligaron a celebrarlo porque decían que ya se había vuelto mayor, ya era un hombre. Ahora se encuentra a cubierto, junto a su padre, llevaban ya dos malditas semanas en esa ciudad para arrebatársela al enemigo, la maldita guerra se había quedado enquistada en ese punto estratégico. Pronto habría una tregua, lo sabían los dos bandos, se acercaba la navidad, así que después de todo el maldito daño que se habían hecho los unos a los otros, por todo el maldito infierno que estaban pasando deciden parar por navidad, se dan tres días de tregua, no disparos, no muertes. Llega el día D, llega el día que comienza la tregua, no entiende nada, no entiende cuando su padre le dice podemos volver a casa, tan solo por dos días, no es mucho tiempo pero podremos estar tranquilos y volver a ver a la mama, ¿quieres? ¿y porque paramos, porque ya no hay guerra?. Hijo mío porque esta noche es navidad y aun en tiempos de guerra hay que olvidar todo lo malo y celebrarlo de la mejor manera que se pueda y pedir a Dios que nos ayude para que se acabe esta jodida guerra. Papa. Dime hijo. ¿y entonces porque no son todos los días navidad?.


Saludos y gracias

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