A veces nos obcecamos de tal manera que llegamos a perder la razón, y no pensamos las consecuencias que pueden tener ciertas acciones que tomamos simplemente por unos impulsos derivados de la cabezonería más primaria y estúpida que se pueda dar. Ayer me paso algo parecido, estaba en Internet intentando hacer una transferencia bancaria a Annia cuando de repente una vez nos encontramos en la parte final hay que poner un último código más de seguridad, y aun sin ser capaz muy bien de explicar el porque de la razón de mis actos puse tres veces un número que no era el adecuado........y con sus lógicas consecuencias ni transferencias, ni nada, tarjeta bloqueada y jodiendo que es gerundio. Claro que sabía que no debía meter tres veces el dichoso número, claro que sabía que no iba a engañar al sistema, pero porque lo hice, no lo se...............No es la primera vez en mi vida que he reaccionado de tal manera, sin sentido, sin ninguna lógica que me amparase, no se porque a veces de repente actuó de tal forma, pero me da rabia y me entra mucha bronca conmigo mismo. Hasta ayer lo tenia bastante controlado, ayer no se porque esos antiguos demonios se volvieron a escapar del armario y me gastaron una jugarreta, espero que se trate de algo esporádico, espero que a partir de hoy no se vuelvan a escapar.
Saludos y gracias
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