ELLOS NUNCA MUEREN

La última vez que escuché a los Beatles, como olvidar que te hacía el amor en el sofá, nos volvimos a contagiar, era algo que en el fondo sabías que era inevitable, siempre fue un error pensar que solo se puede escoger entre cara y cruz, porque nuestra moneda cayo de canto, y eso, eso, aunque te cueste creerlo es algo fabuloso. La suerte, traviesa, peligrosa, está de nuestro lado, solo que todavía se esconde en la cara oculta, ahí donde únicamente merece la pena dar rienda suelta a la imaginación e improvisar lo que queremos que nos depare en esta ocasión el azar.

Sabes que me encantaría prometerte un viaje estelar a la luna, un picnic lunar, una porción de su cuarto menguante, nuestra bandera plantada ahí donde tan solo se podría ver con un telescopio de esos que tiene la NASA, pero ese día quizás sería adecuado decirte que todavía tiene que esperar, por ahora que te parece si nos conformamos con contemplarla juntos todas las noches que sea llena, mientras retomamos poco a poco la canción de los Beatles que nos faltó por escuchar.

Ya sé, ya sé que volviste a irte con tus dudas perceptibles, con el miedo de creer que la única solución es la distancia, es decir tú en una ciudad, y yo en otra, se tenso tanto la cuerda que ahora cometemos el error de pensar que tan solo quedan los extremos, pero te lo dije y estuviste de acuerdo conmigo, los Beatles nunca mueren, ahora mi única cuestión confesable, si ellos nunca mueren, porqué matar lo nuestro, no tiene sentido, no tiene sentido. Vuelve, vuelve para escuchar a los Beatles, antes del eclipse lunar.



Saludos y gracias

2 comentarios:

  1. Estupendo texto, un ruego...
    Si, que vuelva y sigan escuchando los Beatles.
    Un abrazo

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  2. Estoy segura de que ya está de camino, si no ha llegado ya...

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