ORIGEN ARREBATADORAMENTE BELLA

Hablar de sueños es difícil, complejo, y un campo lleno de infinitas posibilidades, bastante ambiguo, y quizás estamos delante de una de las temáticas más subjetivas que existan. Hablar de sueños a través del cine, es algo muy grande, ¿O acaso no es sublime el siguiente juego de palabras? Hablar de sueños a través de la mayor fabrica de sueños. Más o menos eso es lo que ha hecho esta vez Nolan en su última película, “Origen”. A parte de que yo no he podido disfrutar de la cinta en todo su esplendor, pues con la copia que vi, y en pantalla de ordenador podría decir que parte de su esencia la perdí. Aun así desde ayer por la noche hasta ahora no me he podido quitar la película de la cabeza, sé que me ha encantado, pero no sé cuanto, sé que la voy a volver a ver una segunda, quizás tercera, y cuarta vez. Porque tiene mucho que decir, imposible de averiguar todo en un primer vistazo y seguramente mejore con los siguientes visionados. Una película ambiciosa, original, fantástica, atrevida, imaginativa, y con un Leonardo DiCaprio sublime (siempre me ha parecido un gran actor, y una vez más lo demuestra) en su papel de protagonista, dentro de una historia narrativa creada por el director con mil recovecos y por momentos muy difícil de seguir, porque el lenguaje que utiliza, en algunos instantes es de una complejidad máxima, y todo ello acentuado con un ritmo constante e incluso a ratos vertiginoso acompañado una vez más de una banda sonora radiante, igual que hizo en anteriores obras suyas, y con unas imágenes visuales impactantes, poéticas e imprescindibles supongo que verlas en una pantalla de cine aunque un servidor no tuvo dicha oportunidad.

Una película que habla de los sueños, del poder de la mente, y que habla del amor, del desamor, de su fuerza, del gran motor que es y que hace que el ser humano se mantenga en pie y no se pudra. O sino como olvidar esas palabras cuando le dice: “Te echo de menos más de lo que puedo soportar”. Cuando uno siente eso, es algo que está tan dentro de uno, que no sé puede explicar. Una película que cuando acaba aparte de que uno no se la pueda quitar de la cabeza es que abre mil compuertas en la mente. Y empiezan a surgir en manadas preguntas, algunas con respuestas, otras quizás sin ellas. ¿Acaso no sería hermoso vivir de los sueños cuando quisiéramos y eligiéramos para así evadirnos de la realidad? ¿Algún día se alcanzara a aprender a soñar despiertos? ¿Se pueden llegar a cruzar nuestro mundo de los sueños con nuestro mundo real, y si es así que consecuencias y efectos pueden llegar a suceder? ¿Qué es la realidad, acaso todo esto que nosotros llamamos realidad no es un sueño o pesadilla según se mire que está en nuestra cabeza solo que no somos conscientes de ello? Y así muchas más, algunas idiotas, otras con cierto sentido, pero lo que está claro es que cuando terminas de verla no te deja indiferente. Una vez más Nolan ha demostrado porque actualmente es uno de los mejores directores en más plena forma del momento, si lo que hizo con “El Caballero Oscuro” fue grande, aquí ha demostrado que por suerte las ideas no se le agotan, todo lo contrario, esperemos que continué a este nivel en sus próximos trabajos, porque será un placer verlos.

Saludos y gracias